Miércoles 19 de febrero | 17:00 y 19:00 h
Teatro Principal
Taquilla: general, $40.00; comunidad universitaria e INAPAM, $20.00
Bono 7 películas: general, $200.00; comunidad universitaria e INAPAM, $100.00
Miséricordie | Alain Guiraudie | Francia | 2024 | 102 min | B15
D y G: Alain Guiraudie. F en C: Claire Mathon. M: Marc Verdaguer. E: Jean-Christophe Hym. Con: Félix Kysyl, Jacques Develay, Catherine Frot. Prod: Charles Gillibert. CP: CG Cinéma, Scala Films, ARTE France Cinéma. Dist: LAT-E.
El regreso de Jérémie a su pueblo a fin de asistir al funeral del panadero para el que solía trabajar remueve asuntos del pasado. El joven se instala en la casa de la viuda Martine, lo que despierta las suspicacias del hijo del fallecido. La desaparición de uno de los personajes instala una atmósfera de sospecha en el lugar. Tras su película Un héroe anónimo (2022), Alain Guiraudie regresa a la región francesas de Occitania, donde filmara El desconocido del lago (2013) para construir aquí un thriller rural influido por el cine de Claude Chabrol y la carga irónica de Hitchcock. Entre deambulaciones silvestres, los protagonistas demuestran que en el cine de Guiraudie la pulsión misericordiosa no viene marcada por la moral sino por el deseo.
Premios y festivales
2024. Selección Oficial. Queer Palm. Festival de Cannes. Francia. | Selección Oficial del premio CineRebels. Festival de Cine de Múnich. Alemania. | Selección Oficial de la Espiga de Oro a la Mejor Película. Semana Internacional de Cine de Valladolid. España.
Alain Guiraudie
Villefranche-de-Rouergue, Francia, 1964
Nacido en el seno de una familia de agricultores, desde muy joven se apasionó por la cultura popular. En 1990 realizó su primer cortometraje, Les héros sont immortels. Con un estilo picaresco y en tono de cuento, retrató a la clase trabajadora, como en el mediometraje Ce vieux rêve qui bouge, ganador del Premio Jean-Vigo y presentado en 2001 en la Quincena de Realizadores, donde fue descrito por Jean-Luc Godard como «la mejor película del Festival de Cannes». Entre enigmático, encantador, poético y subversivo, su cine, a menudo filmado en el sur de Francia, explora la sexualidad y el deseo desde una perspectiva delicada y poco común.
Crítica
En un aparentemente apacible pueblo de provincia francés llamado Saint-Martial, en el que parece no vivir nadie más que la decena de protagonistas, se desarrolla Miséricordie, una película cambiante que parece en principio un acercamiento dramático a esa cargada palabra para irse revelando de a poco como un genial ejercicio cómico con una buena dosis de humor negro y de anticlerical irreverencia, ambas especialidades de su director, el gran Alain Guiraudie.
El que arriba es Jérémie (Félix Kysyl), un joven que viene al velorio de un hombre mayor, el panadero del pueblo, y se queda a pasar unos días con su viuda, Martine (Catherine Frot) en la casa de esta. No queda del todo clara la relación de Jérémie con el fallecido –aparentemente trabajaba en su panadería cuando era adolescente– ni con su familia pero se ve que tiene una cálida relación con Martine y una más tensa con su hijo Vincent (Jean-Baptiste Durand) y el solitario Walter (David Ayala), un amigo de la familia, ambos un tanto marginales.
Mientras Jéremie estira su permanencia en el pueblo y los hermanos se ponen nerviosos y lo enfrentan –cada uno a su modo, uno mediante llamativamente pegajosos combates físicos, el otro poniendo excusas, fugándose o bebiendo mucho pastis– la tensión empieza a crecer, lo mismo que las confusiones sexuales y otros misterios. Además de ellos está el muy curioso cura del lugar, el Padre Grisolles (Jacques Develay), que parece estar siempre en todos lados y, cuando se produzca un hecho criminal, la policía tendrá las mismas facultades hasta de abrir las puertas de los cuartos de los sospechosos cuando duermen.
Un thriller cómico, hitchcockiano en su variante más ligera pero mucho más sexual en su contenido, Miséricordie toma otro rumbo a partir de ese hecho criminal cuyos detalles será mejor no adelantar.
Religión, sexo, secretos y mentiras de todo tipo salen a la luz en un combo muy ácido que Guiraudie maneja con elegancia y ligereza. Y es que por algún motivo no del todo claro Jérémie despierta pasiones en el pueblito y no hay sexo ni credo que pueda resistirse a sus misteriosos encantos. Como en El desconicido del lago (2013), el sexo y el crimen se mezclan de maneras impensadas en la obra de este iconoclasta, libre y felizmente irrespetuoso cineasta francés.
Extractos de un texto de Diego Lerer
Micropsia
Cannes, 21 de mayo de 2024
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