13 de junio al 06 de septiembre 2024 | Acceso libre
Galería Polivalente
Exposición pictórica de artista Juan Manuel Zaragoza Zúñiga
El artista Juan Manuel Zaragoza Zúñiga, nació en la ciudad de Pátzcuaro, Michoacán, México, lugar de enorme riqueza cultural, histórica y natural cercana al mítico Lago de Pátzcuaro, mundialmente reconocido, donde convergen grupos de artesanos y artistas de distintos órdenes, así como paisajes y entornos naturales bellísimos. Creo que haber crecido en este lugar es motivo suficiente para sus posteriores obras paisajísticas, es innegable el origen de esa visión en su última obra artística: De piedra y luz.
Él empezó a mostrar desde temprana edad un talento innato para plasmar lo que pasaba por sus sentidos, lo sé, porque lo vi. Yo fui y soy testigo de su talento y de su pasión por el arte: Él es mi hermano. Él es la suma de talento, pasión y dedicación por pintar. Nosotros solo vemos el resultado de sus creaciones, sin embargo, hay todo un trasfondo de trabajo intelectual y artístico en cada pincelada, en cada trazo. Dicho eso, ténganlo en mente cuando admiren su obra.
Sé que conoció lugares, tanto en el extranjero como en nuestro país. Ahí vivió en carne propia ese binomio perfecto que nos rodea: Naturaleza y arte. Su obra es el resultado de una necesidad y un deber de plasmar para hacernos parte de su vida, de su pasión.
Recuerdo que desde niño ya sabía qué haría cuando fuera grande, tanto, que la convirtió en su profesión: Ser pintor. Siempre ha preferido el dibujo y la pintura.
Siempre dibuja a todas horas, es una necesidad que no descansa. Su desarrollo no fue sencillo ni breve, desde luego, sino un proceso pausado y sin descanso. En todas esas etapas fue apoyado por sus padres y su familia, a pesar de que no era común en el seno familiar el sentido artístico que mostraba entonces. Durante su juventud recibió talleres y educación relacionada con el arte plástica, por supuesto. El destino lo llevó hasta la Facultad de Artes Plásticas de la prestigiosa Universidad de Guanajuato.
Vi que dicha Escuela arropó y formó a aquel artista en ciernes y lo pulió cual diamante en bruto, haciéndose licenciado en esa rama del Arte. En esta vertiginosa etapa se consolidó gran parte de su talento y pasión, eso lo hizo el gran pintor que es ahora. Conoció maestros que supieron encausarlo
y guiarlo para que su talento fuera lo que es ahora. Por supuesto, otro elemento definitivo que influyó en esa cualidad del artista fue la ciudad donde estudió. Pudo caminar por los alrededores de la ciudad capital del Estado de Guanajuato. Sentir la cultura de sus calles, escalar sus cerros aledaños, todo eso fue percibido e interiorizado por Juan Manuel, en suma, estuvo nuevamente en ese desierto luminoso. Y desde ahí, llega ahora para hacernos sentir y percibir dichos lugares, pero desde su mirada, eso es lo especial. Así, nos invita a conocer su mente y corazón, a través de cada paisaje.
En fin, luego de un trayecto personal y profesional confluye de nuevo en esta Universidad, su universidad. Vuelve a su aula máter a presentar este proyecto lleno de su visión y de su personalidad donde nos sumerge y logra atraparnos entre las pinceladas y los colores. Dejemos que nos atrape a través de sus sentidos en esos lugares que quedaron impresos en su memoria, los cuales desarrollaron una visión completamente nueva sobre esa experiencia, para ofrecernos esos paisajes llenos de piedra y luz-
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