Del 04 de febrero al 01 de marzo 2021
www.cultura.ugto.mx
Acceso libre
Disponible las 24 h
Carlos Castañeda
Siervas es por cierto un título fuerte según se lo entienda desde la caracterización de mujer sierva de alguien -un hombre, un amo o una ama- o desde la religión, -como sierva de Cristo. Al ver las obras recientes de Carlos Castañeda el título adquiere otra acepción: estas mujeres son siervas del arte.
El se graduó como grabador, ejerce como tal, sus obras son fuertes, atractivas, conllevan retos técnicos, revelan la capacidad de dibujante
del autor. Con piedra, metal o madera Carlos Castañeda desata un vocabulario de tradiciones expresado desde el presente. En los originales numerados, la litografía ofrece desde la sensual textura hasta el anonimato; la placa de cobre puede entenderse como un viraje del herrero que fragua al orfebre que detalla; mientras que la madera permite infinitos juegos
Este proceso se inicia fotografiando vírgenes de bulto en madera y piedra en iglesias de aquí y de allá, seleccionando las que sufren pues me interesa mucho esa expresión de dolor y de gozo en un mismo gesto. La técnica es foto litografía (transferencia de la foto a la piedra) para después intervenirla cancelando, escondiendo y en otras, exhaltando ese gesto. Por primera vez me siento libre de salpicar, chorrear y jugar con los materiales, ese placer que da la litografía a diferencia de la dureza del grabado en metal.
A través de sus intervenciones en las imágenes, Carlos Castañeda atraviesa la historia del arte evocando desde la sensual serenidad de la boca de La Gioconda hasta el Éxtasis de Santa Teresa de Bernini. Sus mayores aportes son la pintura y el dibujo que verbaliza a través del gesto, la mancha, el salpicado, la línea, la voz de la piedra que se deja oír. El artista no puede dejar de ser barroco aún en la abstracción.
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