Del 04 de febrero al 01 de marzo 2021
www.cultura.ugto.mx
Acceso libre
Disponible las 24 h
Carlos Quintero
Un resquicio puede ser definido como una pequeña abertura estrecha que da la oportunidad de interconectar dos cuerpos, es esa pequeña abertura que nos da la oportunidad de fluir de un espacio a otro a pesar de sus limitadas dimensiones. Esa breve filtración puede ser el conducto para traspasar atmósferas y espacios infringiendo la intimidad propia de los secretos.
Para entender la obra de Carlos Quintero, es necesario adentrarse en su historia y sus memorias, una vida llena de travesías y significados adentrándonos a esa intimidad propia de la vida del artista donde sus referentes se centran en lo cotidiano, en el contexto familiar y en sus andanzas a través de los años.
De origen Sinaloense, Quintero se cría en un contexto natural que le da oportunidad de comparar colores, texturas, sabores y olores gracias a su constante desplazamiento entre las montañas y el mar. Su inquietud en diversas disciplinas como la arquitectura, lo llevan a profesionalizar sus estudios en arte dando como resultado el conjunto de obras que llevan al espectador por diversos paisajes donde la memoria y lo emocional salpican el lienzo.
En el desarrollo de su paleta destacan los azules y, -en contraste- en las entrañas de sus obras, los ocres dando estructura a los primeros trazos, como si la referencia entre el mar y el desierto estuvieran presentes no solo en su memoria.
Dentro de su estancia en diversas ciudades de México y Latinoamérica Quintero logra definir muy particularmente su estilo, que lo acompaña de nuevas visiones y nuevos contextos que van enriqueciendo sus obras. Su pincelada cambia conforme su experiencia avanza y la memoria se vuelve más compleja al paso de los años.
Sus paisajes y escenas transitan entre la realidad y la fantasía; es una búsqueda constante de las emociones cotidianas vertidas en las cosas que nos rodean: cada objeto, sombra y brillo son depositarios de simbolismos, una especie de reflejo donde recaen las emociones del artista para más tarde tomar forma.
En ese sentir se encuentra el pintor que a lo largo de su vida ha sabido reinterpretar su entorno y darle un sentido emotivo a cada uno de sus trazos a través de las formas, composiciones y colores que remiten a sus recuerdos y que se reflejan a través de su mirada un tanto nostálgica.
Es de suma importancia mencionar que parte de la selección de obras presentadas para esta exhibición, fueron realizadas durante los primeros meses de aislamiento por la pandemia de COVID 19, haciendo uso de sus mayores recursos: la memoria y la observación de su entorno.
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