CINE CLUB, SEPTIEMBRE, 39 FORO INTERNACIONAL DE CINE, LXS CHICXS SALVAJES

LXS CHICXS SALVAJES
Martes 17 de septiembre 2019 | 17:00, 19:00 y 21:00 h. | Auditorio Euquerio Guerrero
General, $30.00; comunidad universitaria e INAPAM, $20.00

Bono 7 películas: general, $150.00; comunidad universitaria e INAPAM, $100.00
Programación sujeta a cambios sin previo aviso.

Les garçons sauvages | Francia | 2017 | 110 min | Idioma: francés-inglés | Subtítulos: español | Clasificación: C  
D y G: Bertrand Mandico. F en B/N y C: Pascale Granel. M: Pierre Desprats y Hekla Magnúsdóttir. E: Laure Saint-Marc. Con: Pauline Lorillard (Romuald), Vimala Pons (Jean-Louis), Diane Rouxel (Hubert), Anaël Snoek (Tanguy), Mathilde Warnier (Sloane), Sam Louwyck (el capitán), Elina Löwensohn (Séverin / Séverine), Nathalie Richard (profesora de letras), Lola Cretón (narración). CP: Ecce Films. Prod: Emmanuel Chaumet y Mathilde Delaunay. Dist: Salón de Belleza.

A principios del siglo XX, cinco adolescentes amantes de la libertad cometen un salvaje crimen. Como correctivo, los chicos son entregados a un capitán que los embarca por una travesía extenuante. Tras rebelarse, desembarcan en una misteriosa isla donde sufrirán una gran metamorfosis. Marcada por la provocación, un sugerente imaginario erótico y una estética que recupera la sintaxis del cine mudo, la opera prima de Bertrand Mandico es un coctel surrealista y alucinante que subvierte las reglas del cine de aventuras. Interpretados por un grupo de actrices jóvenes, los protagonistas transitan por un mundo onírico definido por la fantasía, la insurrección, la violencia y el placer.





Premios y festivales
2018 Premio al Mejor Director de la Competencia Europea. Festival Internacional de Cine de Vilna. Lituania. 
2017 Premio Mario Serandrei-Hotel Saturnia a la Mejor Contribución Técnica, otorgado en la Semana Internacional de la Crítica. Muestra Internacional del Arte Cinematográfico de Venecia. Italia. | Gran Premio del Jurado y Premio Erasmus+. Festival Internacional de Cine Independiente de Burdeos. Francia. | Premio AQCC [Asociación Quebequense de Críticos de Cine] y Premio a la Experimentación MUBI. Festival del Nuevo Cine en Montreal. Canadá.

Bertrand Mandico
Toulouse, Francia, 1971
El tema del cuerpo, las pulsiones desde el deseo femenino y la aparición de mundos oníricos que navegan entre la pesadilla y el delirio, son los motivos que han configurado la obra de Mandico, quien se ha desarrollado principalmente en el campo del cortometraje. Lxs chicxs salvajes es su opera prima.

Crítica
Los epítetos llueven cuando se trata de calificar el prolífico cine de Bertrand Mandico: simbolista, esotérico, erotómano, decadentista, extraño… Todos ellos convergen, pero ninguno describe perfectamente su obra. Sugestivas: así podrían ser las propuestas de Mandico. Y ese es el caso de Lxs chicxs salvajes, su primer largometraje después de veinte años de aventuras en el campo del cortometraje. Su opera prima se presenta bajo la forma de un cuento iniciático que navega entre el relato de exploración y la odisea transformadora. 

Como en sus otros trabajos, la aventura se sitúa en el nivel del sexo. El director transgrede las líneas habituales del género humano (masculino/femenino) para orquestar una experiencia en torno a la pansexualidad polimorfa. No es tanto el cambio de sexo lo que moviliza al filme como sí la inestable zona de fluctuación y deslizamiento que conduce cambiar de un género a otro.

El golpe de genialidad del realizador es haber confiado los papeles de los chicos violentos a actrices jóvenes. Las intérpretes encarnan una formidable observación sobre la masculinidad y sus rituales. Por otro lado, Mandico estimula un imaginario erótico mediante una serie de atenuaciones visuales. De esta manera, el ideal del sexo contamina el mundo por el que transitan los protagonistas, como si se tratase de una resplandeciente hipóstasis del deseo y sus múltiples configuraciones. Por ejemplo, la isla por la que transitan los muchachos contiene una vegetación lasciva que funciona como una invitación al libertinaje.

La forma barroca de la película es una oleada de savia: hay sobreimpresiones, paisajes instantáneos a color, retroproyecciones… Son procesos primitivos, hechos de manera artesanal, que reviven la candorosa e ilusoria poesía del cine mudo. Esta proliferación de herramientas empuja al filme por una serie de estados extáticos que son similares al placer. Porque, en el cine de Mandico, la imagen es una zona erógena que se extiende y florece en el entusiasta ojo del espectador.
Fragmentos de un texto de Mathieu Macheret
Le Monde 
París, 28 de febrero de 2018
Traducción: Edgar Aldape Morales

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