CINE CLUB, FEBRERO, 65° MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE, GUERRA FRÍA

GUERRA FRÍA
Martes 19 de febrero 2019 | 17:00, 19:00 y 21:00 hrs.
Auditorio Euquerio Guerrero | General, $30.00; comunidad universitaria e INAPAM, $20.00

Bono 7 películas: general, $150.00; comunidad universitaria e INAPAM, $100.00

Programación sujeta a cambios sin previo aviso

Cold War | Pawel Pawlikowski | Polonia-Francia | 2018 | 90 min | A
D: Paweł Pawlikowski. G: Paweł Pawlikowski y Janusz Głowacki, con la colaboración de Piotr Borkowski. F en B/N: Łukasz Żal. M: Marcin Masecki [arreglos y dirección]. E: Jarosław Kamiński. Con: Joanna Kulig (Zula), Tomasz Kot (Wiktor), Borys Szyc (Kaczmarek), Agata Kulesza (Irena), Cédric Kahn (Michel), Jeanne Balibar (Juliette). CP: Opus Film, Apocalypso Pictures, MK Productions, Protagonist Pictures, Polish Film Institute, MK2 Films, Film4, BFI. Prod: Tanya Seghatchian y Ewa Puszczyńska. Dist: Caníbal.

La Guerra Fría sirve como telón de fondo del más reciente filme de Paweł Pawlikowski, el cual retrata el romance entre una cantante y un músico, dos seres de diferente origen y temperamento que son totalmente incompatibles, pero cuyo destino los condena a estar juntos. Transitando entre Polonia, Yugoslavia, París y Berlín, la pareja se conduce a través de los cambios políticos de la posguerra, los defectos de sus personalidades y los giros desafortunados de la vida. Con una radiante fotografía en blanco y negro e inspirado en las propias vivencias de sus padres, el director de la multipremiada Ida (2013) configura una melancólica historia de amor imposible en medio de tiempos convulsos.

Premios y festivales
2018 Premio a la Mejor Dirección. Festival de Cannes. Francia. | Premio Leones de Oro a la mejor película, Premio al Mejor Sonido y a la Mejor Edición. Festival de Cine de Polonia [celebrado en Gdynia]. | Selección Oficial de la sección Perlas. Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián. España. | Presentación Especial. Festival Internacional de Cine de Toronto. Canadá.

Paweł Pawlikowski
Varsovia, Polonia, 1957
Inició su carrera realizando documentales para televisión. Después de vivir y trabajar durante mucho tiempo en Reino Unido, regresó a Polonia, donde filmó Ida (2013), que le supuso la consagración internacional al obtener el Goya a mejor película europea y el Óscar a mejor película de habla no inglesa.

Crítica
Probablemente Paweł Pawlikowski no lo sepa, pero su segunda película realizada en Polonia (después de Ida en 2013, también rodada en blanco y negro) es una sombra virtual de Platform (2000) de Jia Zhangke: un filme sobre relaciones románticas que, alrededor de tropas que interpretan canciones y bailes, se ven afectadas por el cambio político. Ambientada en la década de 1980, la cinta de Zhangke muestra a sus músicos abandonando el repertorio comunista a medida que China pasa del maoísmo de línea dura al capitalismo controlado por el Estado. La historia episódica de Pawlikowski muestra lo opuesto: va desde la imposición lenta pero segura de los métodos comunistas hasta la imposibilidad de vivir en la Polonia inmersa en el comunismo de línea dura. Ambos trabajos están arraigados en el amor y la música, y ambos terminan tristes; son pesimistas al reflejar a un estado autoritario capaz de entorpecer las relaciones personales. 

Wiktor y Zula, los protagonistas de Guerra fría, sufren el síndrome de “no poder vivir juntos / no poder vivir separados”, divididos por temperamentos opuestos, ambiciones incompatibles y diferentes respuestas al régimen comunista en Polonia. El título sugiere un impulso político, pero esta es una película en la que lo político es personal: lo que separa a Wiktor y Zula no es el telón de acero, sino una intrincada guerra fría del corazón. Pawlikowski vuelve a demostrar ser un director austero: para un realizador que insiste en comenzar sus proyectos en caos, él tiene una idea muy clara de lo mucho o poco que se necesita para llevar los hilos emotivos de las escenas individuales, y de cuán fragmentada debe ser la narración para crear un relato emocionalmente creíble. 

La música a cargo de Marcin Masecki y la hermosa fotografía de Łukasz Żal (elegantes tomas circulares, interiores filmados en claroscuro) se prestan al servicio de un filme que capta episodios clave a lo largo de quince años, confiando en que el espectador lea las señales y pistas que llenan los huecos.

Fragmentos de un texto de Tony Rayns
Sight & Sound (bfi.org.uk)
Londres, 6 de septiembre de 2018
Traducción: Edgar Aldape Morales




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