CINE CLUB, SEPTIEMBRE, 38 FORO INTERNACIONAL DE CINE, QUE TENGA UN BUEN DÍA

QUE TENGA UN BUEN DÍA
11 de septiembre 2018 | 17:00, 19:00 y 21:00 hrs.
Auditorio Euquerio Guerrero
General, $30.00; comunidad universitaria e INAPAM, $20.00

Bono 7 películas: general, $150.00; comunidad universitaria e INAPAM, $100.00
Programación sujeta a cambios sin previo aviso

Hao jile | Liu Jian | China | 2017 | 74 min
D, G, E y Animación: Liu Jian. M: Shanghai Restoration Project. Voces originales: Changlong Zhu (Xiao Zhang), Kai Cao (Lao Zhao), Liu Jian (Fang Yuanjun / Li Er), Siming Yang (Liu shu). CP: Nezha Bros. Pictures y Le-joy Animation Studio. Prod: Rui Jin, Liu Jian y Cheng Yang. PC: Cineteca Nacional. 
Segunda película de ficción del artista chino Liu Jian, este thriller animado, realizado al estilo neo-noir, relata una sangrienta cadena de eventos que se detonará a partir de un descarado hurto, el cual ocurre debido a una fallida cirugía plástica que desfigura la cara de una chica y provoca que su novio esté dispuesto a hacer lo que sea para enmendar la situación, aunque eso signifique robarle una maleta repleta de yuanes a un importante miembro de la mafia. Giro tras giro narrativo, el dinero pasará por distintas manos, desencadenando brutales enfrentamientos en el transcurso de 24 horas inmersas en la cotidianidad de un pequeño poblado del sur de China.




Premios y festivales
2018 Premio Especial del Jurado. MONSTRA, Festival de Cine de Animación de Lisboa. Portugal. 
2017 Premio Satoshi Kon. Festival Internacional de Cine FanTasia. Montreal, Canadá. | Premio Caballo de Oro. Festival de Cine de Taipéi. China. | Premio del Jurado. Festival de Cine de Filadelfia. Estados Unidos.

Liu Jian, Jiangsu, China, 1969
Estudió pintura en la Universidad de las Artes de Nanjing, y ha escrito, dirigido y producido dos largometrajes. Es representante del movimiento de arte contemporáneo Gaudy Art en su país natal, y fundador del estudio de animación Le-joy. Sus proyectos han sido presentados en certámenes como la Berlinale y el Festival de Annecy.

Crítica
Después de 24 horas la masacre culmina. En medio de un humilde exterior, la maleta que esconde un millón de yuanes yace en el pavimento rodeada de sangre y porquería. Cuando Xiao Zhang arrebató la bolsa de dinero con la idea de escapar a Corea con su novia para arreglar la cirugía plástica que le desfiguró la cara, nunca imaginó que las consecuencias de este acto tomarían formas tan insospechadas. 

De esta manera, el dinero se convierte en la fuerza protagónica de un thriller sanguinario que, de mano en mano, provoca que individuos de distintos círculos sociales caigan en la tentación de tomarlo y, al igual que Xiao, tendrán que enfrentar los resultados inmediatos de sus acciones, enredándose con la mafia china y encarando a una larga fila de personas que, al igual que ellos, añoran poseer una enorme suma de dinero que pueda cambiar su vida. 
En la pasividad del ritmo con la que se presentan las imágenes de Que tenga un buen día –las cuales se asemejan constantemente a las ilustraciones de un cómic–, se observan ciertos paisajes de la melancolía y el desencanto que invaden los más pequeños callejones y comunidades de una ciudad al sur de China. 

Sencillos trazos y una dinámica visual casi estática enmarcan el universo de la segunda ficción animada de Liu Jian. Dibujada a mano en su totalidad por el director chino, el proceso de realización de esta cinta se basó en un calco fotográfico de diversos rincones de la «utopía comunista que es China» –como le llama irónicamente Jian a su tierra natal–, técnica a través de la cual le fue posible imprimir un cierto grado de realismo a su obra. 

Perteneciente al género neo-noir, el filme no es ajeno al contexto social que permea en China en la actualidad, pues al igual que su opera prima, Citong wo (2010) –la primera animación independiente hecha en país asiático–, Que tenga un buen día refleja tanto en su factura como en su discurso que, aun siendo la primera potencia económica del mundo, los habitantes de China poseen una enorme carencia, no sólo monetaria, sino espiritual.
Astrid García Oseguera Cineteca Nacional, Ciudad de México, 7 de junio de 2018

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