CINE CLUB, SEPTIEMBRE, 38 FORO INTERNACIONAL DE CINE, CABEZA DE BORRADOR

CABEZA DE BORRADOR
23 de septiembre 2018 | 17:00, 19:00 y 21:00 hrs.
Auditorio Euquerio Guerrero
General, $30.00; comunidad universitaria e INAPAM, $20.00

Bono 7 películas: general, $150.00; comunidad universitaria e INAPAM, $100.00
Programación sujeta a cambios sin previo aviso

Eraserhead | David Lynch | Estados Unidos | 1977 | 89 min
D, G, M y E: David Lynch. F en B/N: Herbert Cardwell y Frederick Elmes. Con: Jack Nance (Henry Spencer), Charlotte Stewart (Mary X), Allen Joseph (señor X), Jeanne Bates (señora X). Prod: David Lynch. PC: FDR. 
Proyectada por primera vez en 1977, el filme debut del hoy consagrado director David Lynch se centra en Henry Spencer, un introvertido hombre que de manera inesperada e ilógica se convierte en padre de una criatura que no parece ser precisamente un humano. Tras este súbito giro en su vida, Henry comenzará a perder la cabeza al hacerse cargo del “bebé” después de que su novia, Mary X, los abandona. Tendrá que lidiar con una serie de sorprendentes acontecimientos provocados por su hijo, el cual no tiene piernas ni brazos, sólo una cara que se asemeja a la de una tortuga. La proyección de la película será en una versión remasterizada con resolución 4K.



Premios y festivales
1978 Premio Antennae II Award. Festival de Cine Fantástico de Avoriaz. Francia. 
1978 Selección Oficial de la Competencia Internacional. Festival Internacional de Cine Fantástico de Oporto (Fantasporto). Portugal. 
David Lynch, Montana, Estados Unidos, 1946
Debutó como director en 1977 con Cabeza de borrador y, desde entonces, ha participado en más de setenta proyectos como guionista, director, actor y productor. Ha sido nominado tres veces a los Premios de la Academia como Mejor Director y ha competido en cuatro ocasiones por la Palma de Oro en el Festival de Cannes. 

Crítica
Al día de hoy, la película que le tomó cinco años completar a Lynch continúa siendo el fenómeno de culto por excelencia, de hace décadas, pero aún es capaz de excavar con insidia debajo de la piel. El cineasta por sí mismo se ha convertido en una prominente figura en la cinematografía mundial sin sacrificar una pizca de su intratable e inflexible visión. Era estudiante del American Film Institute cuando comenzó Cabeza de borrador, filmándola en su mayoría en precarios sets yuxtapuestos en los terrenos de la escuela. Ahora, estrellas respetadas lo aprisionan para conseguir papeles, el festival de Cannes le otorga premieres mundiales, e incluso Hollywood honró las extravagantes Mulholland Drive: sueños, misterios y secretos [2001] y Terciopelo azul [1986] con nominaciones al Óscar. 
El relato en Cabeza de borrador es sencillo, pero los elementos más interesantes del filme no son fácilmente describibles. Cuando conocemos a Harry [el protagonista], por ejemplo, se encuentra a la deriva por los cielos, flotando translúcido entre las estrellas mientras una desconcertante criatura anormal –parte gusano, parte feto, parte lo que sea– sale con gracia de su boca. También visitamos un asqueroso planeta habitado por un hombre dañado de manera grotesca, cuyas oxidadas palancas industriales afectan el destino de Harry de manera desconocida e incognoscible.
 Mirando en retrospectiva a Cabeza de borrador unos veintitantos años después de su lanzamiento, Lynch observa que su filme debut se realizó a partir de motivos profundamente personales y tiene un claro conjunto de significados para él. La opera prima de Lynch es al mismo tiempo una película en la pantalla, una vibración en el aire y una aparición en el fantasmal espacio entre la mente del director y la nuestra. Si no lo ha hecho todavía, invítela a escarbar debajo de su piel. Es una introducción ideal al universo de Lynch, y tal vez también a un inexplorado país de sombras en su propio cosmos interior. 

Fragmentos de un texto de David Sterritt 
The B List: The National Society of Film Critics on the Low-Budget Beauties,
Genre-Bending Mavericks, and Cult Classics We Love
Hachette Book Group. Reino Unido, 2008
Traducción: Astrid García Oseguera

Comentarios