Corredor Tomás Chávez Morado
Del 14 de agosto al 15 de septiembre
Inauguración 14 de agosto a las 18:00 hrs.
Uno de los inventos que más ha sorprendido a la humanidad es el cinematógrafo, la magia producida por este artefacto, cambió nuestra cosmovisión de la conservación de los acontecimientos históricos y del tiempo mismo.
Hablar del cinematógrafo es hablar de la memoria, encontrarse con las imágenes que su luz produce nos lleva inevitablemente a la nostalgia.
El Cinematógrafo surge en la Segunda Revolución Industrial y la magia producida al mostrar ante los ojos incrédulos estas imágenes secuenciales, que crean la ilusión óptica del movimiento y que además podían repetirse una y otra vez, era impactante.
La primera proyección pública de este mágico haz de luz fue develada por los Hermanos Lumière en París en 1895; 24 fotogramas por segundo presentaban en movimiento La salida de los obreros de la Fábrica, la sorpresa fue increíble, pero el momento más impactante fue la proyección de La llegada de un tren, la cual creó terror entre los espectadores, los que sentían el impacto de la máquina que salía de la pantalla para atropellarlos.
Poco a poco el invento se fue popularizando y el ojo se fue acostumbrando a las proyecciones de este gran invento, que ha evolucionado a lo largo del tiempo, pasando de la imagen muda musicalizada en vivo, a la posibilidad de incluir el sonido, la transformación del blanco y negro al color, los avances del analógico al digital, llegando hoy en día a la tridimensionalidad y la posibilidad de incluir efectos táctiles y sensitivos en las salas de proyección.
Los hijos, nietos y bisnietos del cinematógrafo, transformaron a la sociedad, la narrativa, la literatura, el divertimento, la convivencia social, el manejo de las masas, el tratamiento de la disciplina histórica, la percepción del tiempo, el conocimiento del otro y hasta acortó la geografía y la dimensión del universo.
El cinematógrafo dotó a los seres imaginativos de todas a las latitudes a crear historias que engañan por segundos a nuestra mente, que nos hacen sentir ajenos a nuestra realidad, para sumergirnos en la ficción, la pasión, el terror, la remembranza.
En esta exposición las Coordinaciones de Cine Club y Espacios de Arte de la Dirección de Extensión Cultural, han conjugado esfuerzos para mostrar en el marco del Festival de Cine Europeo, una selección de cámaras cinematográficas, proyectores y aparatos de edición, pertenecientes a diversas colecciones particulares que serán una delicia a la memoria.
Inevitablemente pensar en las proyecciones que han formado nuestra historia nos hace pensar que estamos hechos de las proyecciones que hemos elegido y la conciencia de ello, nos crea nostalgia de la luz.
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