Galería el Atrio
Del 14 de agosto al 15 de septiembre
Inauguración 14 de agosto a las 18:00 hrs.
Programa de responsabilidad social
Uno de los proyectos prioritarios de la Universidad de Guanajuato y a su vez de Extensión Cultural, es crear espacios de inclusión y sensibilidad hacia la discapacidad visual atendiendo a que cada persona tiene derecho a participar libremente en la vida artística y cultural de la comunidad.
El maravilloso cuerpo humano, está capacitado para crear mecanismos que suplan las carencias. En el universo de la ceguera congénita, el resto de los sentidos se potencializa, siendo extraordinaria la capacidad táctil. Una de las formas en las que el cerebro se adapta a la ausencia de visión es acelerar el sentido del tacto; la capacidad para procesar de forma rápida la información no visual aumenta la calidad de vida de las personas con ceguera que se apoyan en un extraordinario grado de sentidos no visuales.
La piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo humano, gracias al tacto, el ciego puede palpar, examinar, ubicarse y desplazarse en su entorno, su espacio y conocer una inmensa cantidad de seres y objetos.
En esta exposición ponemos a disposición del nuestras manos reproducciones de fragmentos de esculturas clásicas e íconos culturales, que nos permitan percibir el arte y el mundo a través del tacto, dejando de lado la posibilidad visual.
La búsqueda de la belleza y la perfección humana han sido los motores de los escultores de todos los tiempos, palparla en lugar de observar nos da nuevas opciones de percepción, de conciencia hacia el ajeno mundo de la ceguera y a su vez, dota a quien no ve, de la posibilidad de adentrarse a creaciones volumétricas que han dejado huella en el colectivo y que de no ser de esta manera, no sería posible para ello acceder a la episteme de estos hitos.
Las piezas ha sido impresas en distintos polímeros, a través de impresoras 3d, conjuntando el arte y la tecnología en la impresión mediante la deposición de materiales capa por capa, método aditivo de producción que originalmente era costoso y únicamente utilizado en la industria a gran escala, el cual con el paso del tiempo se fue simplificando, siendo un equipo que se puede tener de manera doméstica. Este es un proceso que se aplica en otras partes del mundo como en el Smithsonian National Museum of Natural History de Estados Unidos, donde con un escaner 3D digitalizan sus esculturas como una manera de conservación, restauración y réplica.
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