ESPACIOS DE ARTE, AGOSTO, XXX FESTIVA

XXX Festiva
Del 16 de agosto al 15 de septiembre, 2016
Galería Polivalente
Gráfica de Alberto Martínez
Exposición retrospectiva en homenaje a sus 30 años como docente del Departamento de Artes Visuales

Estaban ambos desnudos, el hombre y la mujer, 
pero no se avergonzaban uno del otro. 
Génesis, 2:25


Dicen que así fue en el origen; sin turbación o timidez el cuerpo se mostró desnudo, unido a la naturaleza, sin necesidad de cubierta alguna. El final de la historia lo conocemos: la mujer desobedeció, aunque se dice que su deseo era abrir los ojos, ser una diosa. Pero era demasiado y sobre ella cayó la culpa; entonces sintió vergüenza y cubrió su desnudez entretejiendo hojas de higuera.



Han pasado miles de años desde entonces y la marca de Eva ha quedado grabada como arquetipo en la memoria, el cuerpo se ha entretejido con diferentes “hojas”, miedo, tabú, secreto o perversión, pero sobre todo con las hojas de la vergüenza. Es por eso que cuando frente a nuestros ojos se posa un cuerpo al desnudo, el nuestro cimbra, se estremece el recuerdo y una inevitable seducción nos domina. 


Esos sentimientos se vuelcan ante la obra de Alberto Javier Martínez, quien traza con maestría el cuerpo femenino: unos ojos que se posan en el espectador sin miramiento, los senos turgentes, el pubis que danza, la desnudez abierta que increpa, grita y cuestiona nuestros más hondos prejuicios. 


El conocimiento que Alberto Javier Martínez demuestra en técnicas como el grabado o el dibujo es indudable. Generaciones de artistas han pasado por las aulas donde Alberto ha defendido con papel y lápiz en mano la importancia de la técnica, la precisión del dibujo, en un mundo contemporáneo donde el discurso se empeña en borrarlo. Discursos que Martínez se ha encargado de ahogar en un líquido donde una placa de grabado develará un bello cuerpo al desnudo. 


Una sala de exposiciones de la Universidad de Guanajuato mostrando treinta años de trabajo no podría estar mejor vestida; XXX Festiva son tres letras que lo dicen casi todo, pero se quedan cortas, pues de la “A” a la “Z”, en la obra de Alberto Javier Martínez el cuerpo femenino ha dejado de estar maldito, develando los sueños más íntimos, para conseguir lo que la mujer deseó desde el inicio: ser una diosa.
Rocío Corona Azanza

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