ESPACIOS DE ARTE, "DIEGO RIVERA EN LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO"

Del 9 al 27 de octubre
Fotografías de Rodrigo Moya
Galería Hermenegildo Bustos 
Universidad de Guanajuato

El abrazo que no se dieron
Rivales siempre, Diego Rivera y Siqueiros nunca pudieron fingir cordialidad. David Allfaro Siqueiros y Diego Rivera, luego de esta placa, voltearon uno hacia el otro pero sin mirarse a los ojos.

En abril de 1956 recibí una llamada telefónica para ir a fotografiar a dos grandes artistas juntos: Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. La cita era inmediata, así que tomé un taxi para llegar cuanto antes a la calle de Ignacio Mariscal, allá entre el monumento a la Revolución y el edificio de la Lotería Nacional. Al llegar a la dirección indicada, la galería Diego Rivera, propiedad de Emma Hurtado, estaban ya los dos colosales artistas esperando al fotógrafo. De inmediato, sin preámbulos, comencé mi tarea. Habiendo tantos fotógrafos notables, inclusive amigos de ambos artistas, me preguntaba por qué yo, reporterillo incipiente prácticamente desconocido, había sido elegido para consagrar fotográficamente tan importante momento. Porque pese a mi novatez, no se me escapaba la trascendencia de esa reunión. Diego Rivera había viajado en 1955 a la URSS y en los corrillos de la cultura y el periodismo se sabía que el cáncer de próstata que el eminente médico Ignacio Millán le había diagnosticado ese mismo año no había cedido ni siquiera con la avanzada tecnología médica de la Rusia socialista.
Fragmento del texto: El abrazo que no se dieron, de Rodrigo Moya

Comentarios